HANOI

Llegué a Hanoi bastante cansada de los vietnamitas. He tenido varios problemas ya con ellos...  Próximamente os contaré todo en una entrada acerca de los vietnamitas, porque hay tomate...

Hanoi es una caótica urbe casi del mismo tamaño que Ho Chi Minh. Hanoi es la capital económica del país y en el centro del distrito más turístico se encuentra un gran lago con un templo en su interior.

El clima es completamente diferente a lo que venía observando en todo el viaje, llueve una especie de xirimiri asiático, hay bastante niebla y la temperatura es más fresca.

La cantidad de motos que circulan por Hanoi es indescriptible... No es posible hacerse una idea si no se vive ésto... Riadas y riadas de motos circulan en todos los sentidos imaginables y no he visto ni un accidente, ni un grito, ni una mala cara... Parece que han diseñado un extraño y misterioso código de circulación...

El autobús me dejó de nuevo en la agencia, ésta vez quedaba muy lejos del centro. Un chico entró al autobús y nos ofreció transporte gratis para acercarnos al centro. Demasiado bonito para ser verdad... Esperamos a éste autobús durante más de media hora con varios moto-taxistas alrededor dando literalmente el coñazo. Nunca llegó. El chico se disculpó diciendo que el autobús se había averiado y que teníamos que ir en moto o en taxi (pagando por supuesto...). Con un notable cabreo empecé a andar con una compi del sleeping-bus hasta la parada de un autobús local. Después de comprobar qué número teníamos que coger para llegar al norte del lago (zona de alojamientos baratos) esperamos unos 15 minutos a que apareciese. Para nuestra desagradable sorpresa el conductor cuándo nos vio hacerle señas para que parase, pasó de largo unos metros, paró 5 segundos para que se apearan varios pasajeros y retomó la marcha sin esperarnos. Me cagué en todo!! Seguimos andando y vimos otro autobús con el mismo número que se apróximaba a una parada, echamos a correr hasta allí, ésta vez con la suerte de que varios pasajeros vietnamitas montaron con lo cuál, a pesar de que hizo el amago de cerrar las puertas en nuestras narices, nos dejó montar y nos acercó hasta nuestro destino por finnn!!!

Quedé con mi compi italiana en vernos en el Dong A Hotel situado al norte del lago. El dormitorio compartido de éste hotel no es más que un pasillo prolongado de la recepción con literas a lo largo y cerradas con cortinillas para sentir un poco de intimidad, pero es barato (3$) y voy ya muy justa de Dongs...

Esa misma mañana me acerqué al consulado de la India para tramitar mi visado. Cogí el autobús local que me tenía que dejar cerca, según lo que ponía la página de internet de la embajada y según también la recepcionista del hotel. Cuándo monté, después de esperar un buen rato, el chico que cobraba los billetes me dijo que no, que éste autobús no era... Visto lo visto decidí tomar la vía más rápida para llegar a la embajada, a pié. La más rápida no quiere decir que sea la más fácil... En cada esquina esperan moto-taxistas impacientes por ofrecer sus servicios, son tan pesados que he optado por andar por la ciudad escuchando música con el Ipod para no oirles y por supuesto evitando el contacto visual, cosa que tengo muy ensayada después de trabajar tantos años en hostelería... Después de una buena pateada llegué a la embajada de la India. Salí a cambiar dongs a dólares ya que para el pago del visado sólo aceptan dólares, pero nadie quería cambiarmelos. Entré en varios bancos y la respuesta era siempre no. Tenía el tiempo muy justo ya que entre una cosa y otra eran casi las 12 de la mañana, hora a la que cerraban la embajada, y empecé a ponerme nerviosa. Sin dólares volví a la embajada y les supliqué que me dijeran dónde podía cambiar el dinero y que me había sido imposible. Otra vez me iluminó la suerte ya que un chico me escuchó, sacó un fajo de dólares e hizo el favor de cambiarme los dongs. Pagué 63$ por el visado y estará listo en una semana.

 

Empecé a mirar precios para contratar la excursión a la Bahía de Halong. Es carísimo!! La intención era pasar 3 días y 2 noches en la bahía pero resulta excesivamente caro (me pidieros 150$!!). Estuve a punto de resignarme y contratar la excursión de 2 días (80$) cuándo me dió por mirar el tiempo en los próximos días con la mala suerte que la previsión afirmaba tormentas y lluvias, lo que faltaba!! 

Decidí pasar unos días en las montañas en Sapa antes de ir a la Bahía de Halong mientras se tramita el visado de la India, cuando vuelva a Hanoi ya veremos cómo hago con la excursión....

Para llegar a Sapa la mejor opción es el tren nocturno con literas que llega hasta Lao Cai (895.000 dongs ida y vuelta, unos 33€). Desde Lao Cai hay unos 40km hasta Sapa y los autobuses y minivans esperan impacientes en la estación. En autobús también se puede llegar a Sapa desde Hanoi y es más barato, pero la carretera es horrible y mi compi italiana tardó 20 horas en llegar...

Aproveché mis últimas horas en Hanoi para pasear por el casco antiguo de la ciudad y visitar el templo que se encuentra en medio del lago. Éste lago tiene una curiosa leyenda con una tortuga gigante que habita en sus aguas, para los vietnamitas es una tortuga sagrada y por lo tanto el lago también, una vez en la vida los vietnamitas deben ir a Hanoi a visitar éste lago sagrado.

Tortuga Sagrada en el templo

No puedo decir gran cosa sobre Hanoi, me agobian un poco las grandes ciudades, todo es más facil en los pueblos más pequeños.

 Tengo muchas ganas de llegar a Sapa.... os contaré!!!