ENGLISH TRANSLATE

viernes, 30 de marzo de 2012

2 DÍAS CON MÉE

Os presento a Mée
dónde caben 2 caben 10!!



 
Conocí a Mée en una de las calles de Sapa.

 
Mée pertenece a una de las étnias minoritarias que habitan en las montañas, los H´mong Black.

 


Cómo buena vendedora de sus artesanías me persiguió por Sapa mientras me hacía todo tipo de preguntas, más tarde se las haría yo a ella... Me ofreció hacer un trekking hasta su aldea Lao Chai y pasar allí la noche en su casa con su familia.  Acepté fijando un precio razonable y quedamos para el día siguiente por la mañana.
vecinas de Mée

Esa mañana nos encontramos en la iglesia de Sapa y comenzamos a caminar a Lao Chai. Atravesamos arroyos, laderas con miles de terrazas de arroz, puentes, ríos... todo envuelto en la atmósfera de silencio y paz que proporcionan las gigantescas montañas.



Llegamos a Lao Chai en unas 3 horas. El pueblo estaba bastante animado con decenas de mujeres "H´mong Black" y con algunos turistas curiosos (cómo yo).

 

Lao Chai se encuentra al suroeste de Sapa, es una aldea muy rural con pequeñas casitas construidas con madera y bambú. Un río atraviesa el centro. A lo alto las terrazas de arroz se pierden en la niebla que cubre las címas de las montañas,
Lao Chai

 
Ambientillo en Lao Chai


Durante el camino Mée iba respondiendo a mis preguntas sobre sus costumbres. Mée lleva 2 círculos marcados en la frente y me explicó que es un ritual que practican los H´mong en el que queman un cuerno de búfalo y se lo estampan para mejorar alguna parte del cuerpo afectada. En el caso de Mée es para mejorar el estado de su mente, pero por ejemplo lo usan también en el cuello para afecciones de la garganta... etc.

 



Para llegar a su humilde cabaña hay que subir por un caminillo  de barro. Allí aguardaban nuestra llegada su marido y sus 3 hijos jugando.

 

Hija pequeña de Mée

La "cocina"


Escogiendo arroz















La cabaña está construida con tablas de madera y bambu, suelo de hormigón y tejado metálico. 


No hay cocina, un agujero en el suelo con leña para hacer fuego hace las veces. No hay salida de humos. No hay baño ni retrete, hay que salir al monte... Apenás hay luz. Tienen un perro, dos gatos, un pato y un cerdo vietnamita de los que se ocupa Mée con ayuda de sus hijos. 


También tienen una pequeña parcela de tierras con 8 terrazas de cultivos de arroz, la base de su alimentación. 


Viven al más puro estilo primitivo, exceptuando la TV... Los inviernos son muy duros en esa casa tan fría y húmeda.


Mée preparó la comida para todos, sopa con noodles y tortilla francesa, verduras y arroz. Devoré.

Mée es super trabajadora, no para ni un momento!! Despues de recoger todo lo de la comida y limpiar los suelos, ella acercó un saco de 20 kg de arroz y la ayudé a escoger (hacía tiempo que no utilizaba ésta palabra).

Más tarde Mée bajó a por leña que traía su marido y la acercó por el empinado caminillo.
Comenzó a llover y no pudimos movernos de su casa, menudo tormentón. Hacía mucho frío así que Mée encendió la hoguera que hacía las veces de cocina y por lo visto de estufa también. Cenamos pronto y de la cena me ocupé yo, cociné 2 tortillas de patata que encantaron a los críos.
Tortilla de patata en cocina de leña... ñamñam

 



Dormimos pronto. Mi cama, una tira de esponja de camping con una manta gruesa y varias ropas viejas haciendo las veces de almohada. Un orinal a los pies por si apretaba la necesidad... todo un detalle. Hizo muchísimo frío esa noche.

A la mañana siguiente, después de un consistente desayuno a base de arroz, verduras y cerdo asado, nos despedimos de su familia y partimos hacia Ta Van.


Llegamos en 1 hora caminando por bancales de arroz. Ta Van se encuentra al sur de Lao Chai y el paisaje es espéctacular en ésta zona. Atravesamos el centro del pueblo y comenzamos a ascender rumbo a Sapa. Después de andar un kilómetro el marido de Mée nos recogió en la carretera y montamos los 3 en la moto para subir de nuevo a Sapa al mercado del amor de los Sábados.
Vuelta a Sapa en moto...

 

Conocer Lao Chai y Ta Van, convivir con Mée y su familia, aprender un poquito de sus costumbres, caminar por las montañas... Fue una experiencia increíble poder vivir su cultura en estado puro. Su familia fue muy acogedora, los críos no hablan nada de inglés pero estuve jugando con ellos y fueron encantadores.

 
GRACIAS POR TODO FAMILIA!!!




1 comentario:

  1. Tal cual, fue excelente, increible el treking por los arrozales ..
    Te felicito por haberlo hecho !!!
    :)

    ResponderEliminar